LA COMPAÑÍA DE LA P.E.

El mundo outdoor visto con los ojos de un grupo de amigos
apasionados por la montaña y el deporte al aire libre.
La Compañía de La P.E. disfrutará del mundo del alpinismo y las ascensiones,
el treking y las travesías, el esquí de montaña y las raquetas de nieve,
la escalada y las vías ferratas, el BTT y los barrancos...
Y compartirá todos estos momentos con aquellos que quieran seguirlos a través de su web.

domingo, 20 de julio de 2008

MULHACÉN (3.482 mts)

ASCENSIÓN EN BTT DESDE PLAYA GRANADA Y POR EL REFUGIO DE POQUEIRA


"Un espíritu engrandecido por una nueva experiencia no puede volver nunca a sus antiguas dimensiones"
OLIVER HOLMES (POETA)

El Mulhacén con sus 3.482 metros de altura es la cima más alta de toda la Península Ibérica. Situada en Sierra Nevada, en la provincia de Granada, su ascensión puede realizarse por diferentes vías tanto por su vertiente norte como sur. Esta última es la que tiene las rutas más accesibles desde diferentes pueblos como Trevélez o Capileira. Pero para llegar a la cima de la montaña, La Compañía de La P.E. partirá desde Playa Granada en el pueblo de Motril a más de 90 kilómetros de distancia y llegará hasta lo más alto en bicicleta.
La aventura será la primera que forma parte de El Reto de... LAS 4 ASCENSIONES IBÉRICAS y La Compañía estará formada por Chema, Chus, David, Isma, Joan, Jose y Laura que recorrerán los casi 200 kilómetros que hay desde Motril hasta el Mulhacén, y de nuevo a Motril salvando un desnivel de más de 3.500 metros.






VIERNES, 18 DE JULIO DE 2008

Después de 11h metidos en la furgoneta desde que salimos de Barcelona por fin llegamos a nuestro destino en Motril: el camping de Playa Granada. Lo primero que toca hacer es sacar las bicis de las furgos.
Para relajarnos no hay nada mejor que un refrescante baño en el mar y unas cervecitas en alguno de los chiringuitos de la playa. ¡¡¡Ummmhhh!!! ¡¡Qué buenas y qué fresquitas!!
Eso sí, antes de cenar debemos montar las tiendas donde dormiremos la primera noche.


SÁBADO, 19 DE JULIO DE 2008

A las 6:00 de la mañana toque de diana. Después de un pequeño desayuno, de preparar las bicicletas y hacernos la foto de salida en la playa llega el momento de comenzar a pedalear rumbo a la cima del Mulhacén (3.482 mts). Pasan unos minutos de las 8:00 y por fin comienza la aventura. ¡¡¡JUUUUAAAAAAAAA!!!
En 25' recorremos los 3,5 kilómetros que hay hasta Motril siguiendo una carretera sin demasiado tráfico. Afortunadamente a estas horas de la mañana todavía no hace demasiado calor así que continuamos pedaleando hacia el siguiente pueblo. Ya en la carretera A-4133 comienzan las primeras rampas de la ascensión.
Tardamos 1h15' en pedalear los 15,5 kilómetros hasta llegar a Vélez de Benaudalla (170 mts) donde hacemos un alto en el camino para descansar y reponer las fuerzas antes de continuar con la aventura.
La ruta continua primero por la solitaria carretera A-346 y más tarde por la A-348 subiendo por unas cuestas que ya empiezan a ser importantes y por donde no pasa ni un alma. La Compañía avanza en grupo, contenta y con ganas de hacer broma.
Los primeros pueblos blancos de la Sierra de la Alpujarra comienzan a dejarse ver en el horizonte. Nuestro objetivo cada vez está más cerca.
En la larga carretera que va a Órgiva no hay ni una sola sombra donde protegernos del sol castigador que ya empieza a apretar de lo lindo. El calor hace acto de presencia con fuerza y La Compañía se estira formándose dos grupos.
En una 1h15’ recorremos los casi 18 kilómetros de dura subida que hay hasta Órgiva (455 mts) donde nos volvemos a reagrupar todos para continuar con la ascensión. La ruta sigue ahora por la carretera A-4132 hacia Pampaneira con algunos tramos sombreados y algunas fuentes que aprovechamos para refrescarnos porque el calor se hace insoportable. Pese a esto la ascensión es dura y a partir de aquí las rampas no dejarán de ir haciéndose cada vez más fuertes. El grupo vuelve a fragmentarse de nuevo para que cada uno de nosotros adecue la pedalada a su ritmo hasta el siguiente pueblo.
Al llegar a Pampaneira (1.058 mts) nos volvemos a juntar en la terracita de un pequeño bar. Es el momento del merecido descanso con unas cervezas y unas tapitas para reponer fuerzas después de 15,5 kilómetros y más de 600 metros de desnivel recorridos en 1h30’. El calor a estas horas ya es insoportable del todo pero las anécdotas del viaje y unas risas hacen que el sufrimiento de la ascensión quede aparcado durante unos instantes. Todos sabemos que esto no ha hecho nada más que comenzar y que lo más duro todavía está por llegar.
A la una del mediodía nos ponemos a pedalear de nuevo rumbo a Bubión y Capileira. Nos esperan casi 400 metros de desnivel en apenas 6 kilómetros de distancia por unas rampas inhumanas y con un calor que podría derretir cualquier cosa. De nuevo, La Compañía de La P.E. vuelve a separarse en dos grupos.
Después de cruzar Bubión (1.245 mts), por fin llegamos a Capileira (1.430 mts) donde de nuevo nos volvemos a reagrupar todos alrededor de unas cervecitas. Son las 14:30 de la tarde y éste es el último pueblo que encontraremos en nuestra ruta así que decidimos hacer un alto en el camino para comer. Y nos lo merecemos porque el tramo desde Pampaneira ha sido… ¡¡durísimo!! Los platos de comida van cayendo uno tras otro: ensaladas, migas, platos alpujarreños con huevos, morcilla, jamón, patatas… y todos acompañados de cerveza helada o Coca-Cola fría… ¡¡¡Una delicia!!!
Con las fuerzas ya recuperadas llega el momento de volvernos a subir en las bicicletas para alcanzar el final de etapa en el refugio de Poqueira a 2.500 metros de altura donde pasaremos la noche. Hasta el momento llevamos casi 59 kilómetros en aproximadamente 6h30' de pedaleo y casi 1.500 metros de desnivel. Pero lo más importante es que todos tenemos la moral alta y muchas ganas de conseguir nuestro objetivo final: la cima del Mulhacén. ¡¡¡¡¡JJJUUUUAAAAA!!!!!
Todavía con los postres en la boca y pedaleando siempre en subida afrontamos los últimos 20 kilómetros y más de 1.000 metros de desnivel que quedan para llegar al refugio. Siempre contentos y con una sonrisa en la cara.
El buen humor no puede faltar nunca pese al tremendo calor que hace y la dureza de algunos tramos de subida.
El asfalto se ha convertido en una pista forestal que nos acompañará hasta el refugio, y por si no tuviésemos suficiente con el sofocante calor que hace aparecen también las agobiantes moscas. ¡¡Qué pesadas!! En general Sierra Nevada está bastante despoblada de árboles así que aprovechamos cualquier sombra que encontramos en el camino para descansar unos instantes y rehidratarnos bien.
Pese a la dureza del terreno, el paisaje es realmente espectacular y sólo por la vistas vale la pena todo el sufrimiento del viaje.
A derecha y a izquierda, una curva tras otra en continua ascensión, toda La Compañía va camino de la cima. El grupo se vuelve a estirar pero pronto volverá a reagruparse de nuevo.
Poco antes de las 18:00 de la tarde llegamos al centro de control de la Hoya del Portillo (2.300 mts) donde hay una barrera y un vigilante forestal que impide el acceso a los vehículos que no sean de tracción animal. Han sido 11,5 kilómetros de gran dureza desde el pueblo de Capileira por lo que el alto en el camino para recobrar fuerzas es un justo premio antes de continuar avanzando.
Después de tantas horas sobre las bicicletas ya se empieza a ver el final. Nuestro objetivo cada vez está más cerca.
Pedaleada tras pedaleada, metro a metro, seguimos avanzando y detrás de cada curva siempre aparece el mismo pensamiento: ¿dónde está el desvío que lleva al refugio?
La respuesta es siempre la misma… otra curva. Pero seguro que la siguiente es la última.
Hasta las sombras empiezan ya a estar cansadas después de tantos kilómetros pedaleando.
Todo esfuerzo tiene siempre su recompensa y a nosotros nos llega por sorpresa casi a las 20:00 de la tarde y después de 9 kilómetros de dura ascensión cuando vemos el desvío hacia el refugio de Poqueira. Estamos a 2.713 metros de altura y no se puede explicar la felicidad que sentimos al darnos cuenta de que la primera parte de nuestro reto ya está prácticamente cumplida. Sólo nos quedan unos kilómetros de bajada y llegaremos al refugio donde pasaremos la noche. Todos los pensamientos están puestos en una ducha caliente, un plato de comida en la mesa y una cama donde poder recuperarse de la paliza del día.
Llegamos al refugio después de 3,5 kilómetros de vertiginoso descenso por un pequeño sendero muy roto y maltrecho, recorridos en pocos minutos. Hemos descendido algo más de 200 metros de altura hasta los 2.500 metros donde está situado el refugio pero finalmente lo hemos conseguido. ¡¡¡JJJUUUUUUUAAAAAA!!! Todos hemos llegado y estamos contentos después de 82 kilómetros recorridos en 12h de sufrida pedalada.
La merecida ducha caliente sirve para quitarnos de encima el polvo del camino. Ya en el comedor llega el momento de la cena y al parecer no estaremos solos porque la sala está repleta de gente que ha subido al refugio andando, en bicicleta y hasta en caballo. No cabe ni un alma más. Tras la cena toca el merecido descanso puesto que mañana será también un día duro en el que deberemos recorrer casi 1.000 metros más de desnivel antes de coronar el Mulhacén, la primera aventura de El Reto de.. LAS 4 ASCENSIONES IBÉRICA.


DOMINGO, 20 DE JULIO DE 2008

Por la mañana nos levantamos como nuevos y después del espectacular desayuno servido en el refugio, al igual que la cena de la noche anterior, ya estamos listos para reanudar nuestra aventura hacia la cima del Mulhacén. A las 8:30 de la mañana recogemos todas nuestras cosas y nos subimos en las bicicletas para retomar el camino.
Primero toca deshacer los kilómetros que recorrimos ayer hasta el desvío del refugio. La diferencia está en que hoy son de subida cosa que hace que el ritmo sea mucho más lento.
En 40’ recorremos los 200 metros de desnivel y llegamos al desvío. El cruce de caminos permite retomar la pista que viene del centro de control de la Hoya del Portillo y que se dirige hacia el Veleta pero nosotros enfilaremos hacia la cima del Mulhacén por un pequeño sendero que hay justo delante.
Desde este punto se divisa la montaña que debemos ascender y realmente impresiona el camino que nos falta por recorrer. ¡¡Casi 800 metros de desnivel!!
Metro a metro vamos subiendo por un sendero con un fuerte desnivel pero que se puede hacer sin problema encima de las bicicletas. Afortunadamente la hora temprana y la altura a la que estamos permiten que la temperatura sea más o menos agradable.
El grupo vuelve a fragmentarse pero no pasa nada porque el camino es muy fácil de intuir. Solo hay que seguir subiendo… La cima cada vez está más cerca.
Poco a poco el terreno se va haciendo más duro por el desnivel y por la gran cantidad de piedras que vamos encontrando. Esto hace que algunos tramos tengamos que hacerlos empujando las bicicletas. En nuestro camino encontramos también unas cabras con unas enormes cornamentas que nos miran como preguntándose a dónde deben ir esos locos con sus locos cacharros tan lejos de todas partes.
Superada la falsa cima del Mulhacén encarrilamos el tramo final de la ascensión por un terreno totalmente escarpado y lleno de grandes bloques de roca que hacen imposible continuar pedaleando. Ahora toca empujar las bicicletas hasta la cima cosa que no resulta fácil después de tantos kilómetros de ascensión. A demás el calzado de bicicleta no es el más adecuado para caminar sobre tanta piedra. Pese a todo, nadie se queja porque la cima ya está a tocar.
Después de 3h30’ sobre las bicicletas, 11,5 kilómetros de distancia y algo más de 900 metros de desnivel, uno tras otro coronamos los 3.482 metros del Mulhacén. ¡¡¡Objetivo alcanzado!!! ¡¡¡¡¡JJUUUAAAAAAAAAAAA!!!!! ¡¡¡La Compañía de La P.E. ha conseguido el reto del Mulhacén!!!
Hemos recorrido 94 kilómetros y 3.500 metros de desnivel, y todos queremos hacernos una foto victoriosa en la cima de la montaña. Aunque el día es radiante y el sol brilla, en el horizonte se divisan unas pequeñas nubes que entelan la espectacular vista que es posible divisar desde aquí. Cuentan que en los días despejados se puede ver el continente africano al otro lado del Mediterráneo. Ahora ya solo falta regresar de nuevo a Playa Granada...
Después de 6h ya estamos de nuevo a orillas del mar en Playa Granada para darnos un baño y tomar unas cervecitas frías, frías… Es la justa recompensa a un esfuerzo de casi 200 kilómetros y más de 22h pedaleando sobre las bicicletas. ¡¡La aventura ha sido todo un éxito!! ¡¡¡¡A tope con La P.E.!!!!




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